sábado, 30 de septiembre de 2017

30 de Marzo

Estuve ansiosa toda la tarde. No sabía qué ponerme, pensaba que me veia mal. Dudaba en si debía verte porque me gustabas tanto y tenía mucha timidez. Hablé con mi mamá al respecto antes de irme y me dijo que no me preocupe tanto, que era normal sentirse así en la primera cita. Cuando ya era la hora me puse nerviosa y caminé hasta nuestro punto de encuentro de ese modo, te esperé y no llegabas, casi te llamo pero no lo hice porque vos estabas en la otra esquina esperándome hasta que nos encontramos. Me saludaste. Estabas muy lindo y yo todo lo contrario. No sabía que decir pero traté de ser lo más espontánea posible aunque costó mucho. Me preguntaste que qué habia hecho, yo te miré y te contesté, después sonreí y ambos lo hicimos. Mientras caminabamos para ir a la plaza por momentos estabamos callados. Yo quería decir tantas cosas pero no podía aunque quisiera por lo que vos tratabas de sacar conversación y yo a veces simplemente te miraba y te sonreía tímidamente. Cuando nos sentamos en aquel "banco largo" de la plaza sucedió lo mismo, empezamos a hablar y de vez en cuando nos poniamos nerviosos y vos no sabias qué decir al igual que yo, pero aportabas más temas para charlar mientras que nos mirabamos constantemente sonriendo a la par y juro que el tiempo parecia detenerse. Pasado unas horas pude soltarme más y ser yo misma con vos. Te confesé que a pesar que hace poco comenzabamos a relacionarnos eras la primera persona a la que sentia que podia confiar y dejar mi timidez a un lado por más que no lo pareciera, me dijiste que eso también te pasaba conmigo. Nos contamos cosas de nosotros, sobre nuestra familia y temas importantes como si nos hubiesemos conocido desde siempre y de tanto conversar ya se habia hecho de noche. Faltaba un rato para que me vaya, de pronto me dijiste que cuál era mi intención con aquella salida, yo me puse demasiado nerviosa y no queria responder eso por lo que me lo preguntaste nuevamente y mi respuesta claramente fue que mi intención no fue vernos para ser amigos y me dijiste que pensabas exactamente lo mismo.

-Y... ¿Avanzo yo u avanzás vos?
-No sé, como quieras - respondí tímidamente.

Quiso intentar besarme, no pudo, justo yo comenté que hacia frío lo cual él me preguntó:

-¿Tenes frío?
-Sí
-¿Te puedo abrazar?
-Sí - dije sonriéndole

Y me abrazó re lindo...

Cuando ya me tuve que ir me acompañó hasta mi casa y de repente me tomó de la mano, le sonreí por milesima vez, me correspondió la sonrisa y no podiamos dejar de hacerlo. Al final me despidió con un beso en la mejilla y dejamos ese primer beso esperando unos pocos días más. Nos abrazamos otra vez pero éste era un abrazo más fuerte, que duró más de lo debido e incluso pude sentir su perfume.

Ahora puedo reafirmarlo, sí... y me abrazó re lindo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario